miércoles, 24 de octubre de 2007

Gracias

El frente frío número 4 ha traído el principio del fin del año. Ya no hay marcha atrás. Ahora todo es una resbaladiza pendiente hasta el inevitable momento en el que me pongo a pensar qué fue de este año. Pero antes de eso queda tiempo mientras me deslizo. Estos días han sido duros, días de reencuentros y de rompimientos brutales. Y cuando la vida se me pone así me dan unas ganas de abrazar a todo mundo buscando reconciliación, pero como no puedo, como no me lo permito,
al menos me queda dar las gracias. Y eso quiero hacer ahora mismo. Quiero dar las gracias por las cosas tan simples que me tienden puente entre los momentos de paz y hace los minutos de asfixia más vivibles. Quiero darle gracias a:
  • Gustavo Cerati, Charly Albertti y Zeta Bosio por reunirse de nuevo. (Chicos, no importa que lo hayan hecho por dinero)
  • Cafe Tacuba por su nuevo disco, ya era hora. (Esta pocamadre)
  • A las mujeres. La vida sería un yermo páramo sin ustedes. (Y las quiero aunque me den un sermón cada que les doy la oportunidad)
  • A mi hermano. (Vientos mi chavo, ahí la llevas)
  • A los compas que estan lejos y que casi nunca hablamos. Es tan bueno saber que cualquier día los vuelvo a ver y les dará un gusto enorme verme y a mi verlos y en minutos estaremos bromeando como si nos hubieramos visto ayer
  • A Bob Dylan también
  • A los de mi ofis (Paso tanto tiempo ahí que son como mi familia)
  • A los Españolitos (los extraño tíos)
  • A mis apás
Y ya, la lista es corta y ecléctica pero pues era para mi bienestar. (Sí, este es un blogo terapeútico, so juat).

domingo, 14 de octubre de 2007

México, mariachis y Doña Sarita

Después de Mérida, me fui a la ciudad de México a continuar el reencuentro con ex compañeros de la maestría en Monterrey, Alejandra y Germania, el pretexto fue conocer al novio de Ale, Stephen, y también a ver Andrea que ya tiene 15 (!). Fuimos a pasear por el centro, osea al Zócalo y al tianguis que rodea el Palacio Nacional. En alguno de los apretujones me sacaron la cámara digital de la mochila, y ahí quedo el marcador, tianguis 1 turista 0. Un día antes fuimos a las luchas. Es una experiencia que no tiene desperdicio. Ver al luchador mil porciento guapo ser pateado en el piso por los rudos, y luego recuperarse milagrosamente hasta ganar la tercera caída, mientras le gritan: ¡Te pareces a Sara Montiel!, no tiene precio. Y para rematar la noche nos fuimos al Tenampa en la Plaza Garibaldi. Si un mariachi puede ser abruamdor, que tal tres, uno de cada lado, y rematando, un trío veracruzano. Si yo estaba impresionado, imagínense al pobre Stehpen.

Mérida, lima y pibil

Fui a Mérida por trabajo pero aproveché a ver a José Luis, a Rolando y Cecy, compañeros de libros y parrandas en Monterrey, pero no nos tomamos ni una foto juntos, vaya comunicólogos. Esta es una autofoto que tome el segundo día desde la habitación de hotel. El jueves que llegué fuimos a cenar a La Tratto, habia dos por uno en pastas por lo que cenamos agusto. Obviamente Rolando distribuyo la cuenta, pero yo no pagué por que me invitaron (gracias amigos!). Al siguiente día tuve la reunión de trabajo en la ex hacienda Xcabentun, donde comimos Sopa de Lima, Poc Chuc, y Cochinita Pibil. Maaare! Muy rico todo.