martes, 21 de agosto de 2007

Las Vegas 2017

Estoy en Las Vegas, en un viaje de trabajo. Hago 8 minutos entre mi habitación y el salón de reuniones más cercano y unos 15 al más lejano. Cada uno consta de trescientas a cuatrocientas mesas con cuatro sillas cada una. El protocolo de trabajo es que a las 8:00 am nos sentamos en una mesa donde hay un representante de una agencia de viaje y tenemos 4 minutos para presentar Chiapas, empezamos siempre por indicar donde queda en el mapa. Al final de los cuatro minutos una campana y una grabación nos indica que debemos movernos a la siguiente cita, por lo que las 300 a 400 personas representando destinos nos movemos a la siguiente mesa para volver a hacer la presentación. A las 4 de la tarde terminan las citas y luego tenemos un par de horas para prepararnos para una cena, hoy hay una especial pequeña para gente interesada en el Mundo Maya. Hace 24 horas que no salgo del hotel. Desde mi habitación observo las danzas de la fuente del Bellagio al mismo tiempo que unos trabajadores mueven enormes trozos de metal bajo un sol que levanta la temperatura a 42 grados centígrados. Dentro, cuando vamos de un salón a otro, pasamos frente a un stand que promoueve lo último en turismo, los viajes espaciales. Y yo solo puedo pensar que al final, el futuro me esta alcanzando, viviendo en una atmóstfera artificial que me protege del clima abrasivo pensando que talves mis vacaciones podrían ser orbitando la tierra.